En el sur de la Marina Alta encontramos una de las localidades más destacadas de esta comarca: Benissa. Su población, situación estratégica e importancia histórica así lo acreditan, como la calidad de sus celebraciones (sin ir más lejos, a finales de este mes de abril celebrará sus conocidas fiestas patronales) y de su patrimonio.
Los musulmanes hicieron de Banu-Issa, la actual Benissa, uno de sus principales enclaves, aunque lo que mejor se ha conservado en su pasado medieval, con un centro histórico que permite dar un paseo por la Edad Media y el Renacimiento.
El recorrido que os proponemos debería comenzar en la Plaza del Portal, la antigua entrada de una Benissa que antaño estuvo amurallada, como muchas de las plazas musulmanas (el castillo de Dénia, por ejemplo, también es de la época árabe). En ella se levanta el Ayuntamiento, que hace siglos albergaba el antiguo Hospital Municipal. Nuestra próxima parada, adentrándonos como hemos dicho en la la Benissa medieval, será la recoleta Plaza de la Iglesia Vieja, donde unos azulejos y una réplica de la fachada de la iglesia constatan la presencia durante siglos de la antigua iglesia-fortaleza medieval, donde se resguardaban los benisseros ante las incursiones de los piratas.
Por su parte la calle de la Puríssima revela la fisionomía de una ciudad valenciana del renacimiento, con sus balcones enrejados, su calzada empedrada, el contraste del blanco encalado y la piedra tosca. En la misma calle Puríssima está el edificio de uso público más antiguo de Benissa: La Sala del Consell, utilizada como casa de la villa, cárcel y archivo legal.
Otros edificios de interés y visitables son las antiguas casas solariegas de los Andrés y Pere Bigot o el Palacio de los Torres-Orduña. El interés que ha tenido el municipio por rehabilitar su patrimonio y darle un uso público permite visitar ambos, convertidos hoy en la Sede Universitaria, en el caso del primero; y en un Centro cultural y Biblioteca, en el caso del citado palacio.
La vecina calle Desamparats, que también rezuma aires renacentistas, acoge el Centro Cultural tienes el Casal dels Joves, que está implantado sobre una construcción de uso civil del siglo XVI que, en tiempos, era depósito de trigo, cárcel, Sala del Consejo municipal, Corte de Justicia y sede de un mercado que se abría en sus imponentes soportales de piedra.
Siguiendo nuestro camino en dirección oeste tenemos el Convento de los Padres Franciscanos, que fue consagrado en 1613 y supuso un hito urbanístico en la Benissa de la época. Durante siglos ha sido un centro de formación para los habitantes de la Marina Alta y la propia orden franciscana, que tenía a las espaldas del convento un Seminario Menor.
Nuestro recorrido por el centro histórico finalizará con la visita a la Iglesia de la Puríssima Xiqueta, cuyas imponentes dimensiones y peculiar estilo neogótico merecen una visita, hasta el punto de que se la conoce como La Catedral de La Marina. Y no olvidéis, durante vuestra visita al municipio, hacer una parada en alguno de sus bares y restaurantes para degustar la gastronomía típica. Es una recomendación del blog de la Guía del Turista.