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El Puig Campana: la montaña mágica valenciana

Se parece a una campana, de ahí el nombre recibido.  Y tiene un carácter mágico, tanto por su origen legendario (ya nos referimos a su leyenda en otro post del blog de la Guía del Turista) como por su gran simbolismo,  acreditado por su tamaño, situación privilegiada, elevación y paisaje.  Hablamos, obviamente, del Puig Campana. Ya sea desde la ciudad de Alicante (si accedemos desde el sur) o  una vez cruzado el Mascarat (si venimos desde Valencia), esta inmensa montaña se divisa en el horizonte como un gigante impertérrito que vigila todo lo que ocurre en La Marina Baixa.

El Puig Campana se compone de dos picos o cimas separados por un corredor pedregoso (El Portell): una primera que reproduce su mismo nombre y que asciende hasta los 1.406 metros; y una segunda, el Pic Prim, seccionado a su vez por una brecha cuya forma ha inspirado multitud de dichos y leyendas. Se trata de la segunda formación más alta de toda la provincia de Alicante, sin duda una de las más montañosas de toda la península Ibérica.

Su riqueza paisajística se explica en la misma variedad y espectacularidad de sus zonas, con abruptas laderas, ricas formaciones vegetales, entre las que se intercalan caminos, bancales, masías, corrales o neveros. En su flora destaca el pinto carrasco y otras especies como el lentisco, la coscoja, la aliaga, el romero o el tomillo.  Por lo que respecta a la fauna, son las aves quienes encuentran un ecosistema perfecto para vivir y procrear. Por ello no es extraño observar la presencia de rapaces como el halcón, el águila real y el águila perdicera; córvidos como el cuervo y las grajas; u otras aves como el roquero solitario, la perdiz, el pinzón, la curruca carrasqueña o el piquituerto. En cuanto a los mamíferos y reptiles destacan el jabalí, el zorro, el gato salvaje, el erizo, el conejo, la liebre, el lagarto, la culebra y la víbora ibérica.

Como hemos comentado, su riqueza paisajística también se debe a los cultivos de secanos que escalan la montaña gracias al abancalamiento, contenido con muros de piedra seca. Almendros y olivos nos conducirán en sus faldas hacia el municipio de Finestrat, pueblo de bella arquitectura, situado estratégicamente en su falda (para el control del litoral) y desde el que arrancan rutas de senderismo que permiten visitar la zona dando un bonito paseo o ascender hasta su cumbre, en un esfuerzo que se verá recompensado con creces tras alcanzar la cima, donde disfrutaremos de unas vistas magnificas.

 

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