Marina alta tierra de bandoleros

La Marina: tierra de bandoleros y de ‘roders’

¿Sabías que las comarcas de la Marina Alta y la Marina Baixa, junto a otras colindantes como La Safor, eran morada habitual donde se cobijaba un buen número de bandoleros? Nos referimos, claro está, al siglo XIX. Una época no tan lejana donde la presencia de los también conocidos como ‘roders’ no sólo era una constante en toda zona del Mediterráneo, sino también un acontecimiento para gran parte de la población de antaño, puesto que muchos de ellos fueron considerados como símbolos o, incluso, como auténticos héroes.

Si bien es cierto que en la documentación oficial de la época, la que aún perdura en archivos y bibliotecas especializadas, se encontrarán terminos como lladre’ (ladrones, en valenciano), y asesinos, para la cultura popular los miembros de estas bandas organizadas eran tratados desde un punto de vista romántico, alabando en ocasiones su valentía, su buena intención (muchos de ellos alardeaban de quitarle al rico para ayudar al pobre, al estilo de ‘Robin Hood’) o su servicio a la patria, en el caso de la Guerra de Independencia, cuando saqueaban y atacaban a destacamentos franceses que estaban asentados en toda esta región.

Además, el hecho de que, con el paso del tiempo, se hiciera pràctica habitual matar a los bandoleros capturados mediante el garrote, el fusilamiento, o incluso la ‘forqueta’ (descuartizar en cuatro trozos y freír el cadáver del asesinado, para después colgar los miembros en lugares visibles y públicos de los pueblos a modo de escarmiento) dividió a la opinión pública, siendo considerados héroes o villanos.

Para muchos eran una lacra a extinguir y había que combatirlos de todas las maneras posibles. De hecho, La creación en 1844 del cuerpo de la Guardia Civil tuvo como argumento principal, entre otros, perseguirlos y hacerlos desaparecer). En cambio, para otros sectores de la población, su forma de actuar, (generalmente contra el más pudiente), y los castigos que recibían les hicieron merecedores de ‘cierta’ solidaridad popular, convirtiéndoles en ocasiones en héroes de leyenda que merecían perdurar en el cancionero popular.

Todos estos bandoleros actuaban en grupo, aprovechando la orografía del interior de las Marinas y La Safor, con zonas de difícil accesibilidad que se prestaban a tender embocadas y poder escapar rápidamente sin dejar rastro. Además, no se les conocía, se les conocía por su verdadero nombre, sino por su «malnom» o apodo. Algunos de los ‘roders’ más conocidos de estas zonas fueron los cuatro hermanos Moxica, de Hondón de los Frailes; Jaime el Barbudo, de Crevillent; Camot, de Xàtiva; El Gato de Carlet; El Manco de Calderón, de Cocentaina; Mixana, de Castell de Castells; Destralet, de La Vall d’Ebo; o Quico Bolsón y El Roig de Corbera.

Toda esta información y muchos más detalles sobre bandoleros y ‘roders’ podéis encontralos en los libros Conflicte d’interessos: Bandolerisme i vendetta a la Marina Alta en temps de cacics (1844-1875) y La senda dels lladres. Bandolerisme als volants de la serra de Mostalla. Ambos son obra del periodista e historiador Manel Arcos, un gran experto en la investigación y divulgación del bandolerismo. Os los recomendamos.

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