Uva moscatell

La uva moscatel: uno de los tesoros de La Marina

La riqueza y variedad gastronómica que tenemos en la Costa Blanca, en general; y en el norte de la provincia de Alicante, en particular; está maridada con unos vinos singulares, propios de esta zona y relacionados con un excepcional producto que, hace miles de años, encontró acomodo en estas tierras: la uva moscatel de Alejandría.

Se trata de una variedad muy apreciada en toda España que destaca por su potencia aromática y las enormes posibilidades que ofrece para elaborar diferentes caldos, desde blancos y espumosos, bien para aperitivo o para acompañar con mariscos, pescados y comidas ligeras; hasta licores dulces como la conocida mistela, que tanto gusta por estos lares para acompañar el postre o como guinda, tras el almuerzo o la comida, para dejar un agradable sabor en el paladar.

¿Por qué en La Marina?

El Moscatel de Alejandría es propio de La Marina porque en estas tierras encontró las condiciones climáticas y orográficas perfectas para su desarrollo. Las propiedades del suelo, la temperatura estable y suave de este rincón del Mediterráneo así como, y en gran medida, su proximidad al mar, hacen que esta variedad, considerada una de las mejores del mundo, crezca con alegría aportando toda su riqueza a la gastronomía local y regional.

Estas condiciones relacionadas con el ecosistema de la Marina se completan con las características propias de este tipo de vides, capacitadas para resistir sequías prolongadas y relativamente fáciles de cultivar. Por el contrario, la producción no puede alcanzar nunca los números que ofrecen otras variedades, aunque este factor también contribuye, al mismo tiempo, a mejorar la calidad de los vinos que se obtienen en cada añada.

La aportación de la uva moscatel de Alejandría no sólo la catamos en la mesa, sino que también se puede observar y degustar a través de los paisajes que ofrecen sus cepas, que con su gran tamaño dibujan un horizonte muy peculiar especialmente en toda la zona del Vall de Pop hasta alcanzar prácticamente la costa de Teulada y Benissa. Riqueza paisajística que cambia con las estaciones, ofreciendo una gama de colores verdes y terráceos digna de contemplar.

Obviamente muchas fiestas y tradiciones de las poblaciones de la Marina están ligadas a este cultivo, a su siembra, vendimia y también posterior ‘escaldà’ (actividad de la que hemos hablado en otros posts del blog de la Guía del Turista y que se todavía se puede conocer en la fiesta que tiene lugar a finales de agosto en la localidad de Jesús Pobre).

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