El castillo es el gran emblema de Dénia y, sin duda, el elemento más importante de su destacable patrimonio. Esta fortaleza fue antaño plaza estratégica para la defensa y símbolo inequívoco del poderío e influencia de la ciudad, siendo en la actualidad escenario de obras de conservación y restauración, así como de innovadoras propuestas de difusión. Aunque su diseño se remonta la a época islámica, entre los siglos XI y XII, es uno de los elementos patrimoniales que define la topografía histórica del núcleo urbano.
Desde la Guía del Turista recomendamos su visita, no sólo para que os empapéis con la historia de Dénia, sino también para disfrutar de las inmejorables vistas que ofrece de la ciudad, de la línea costera y del Montgó. Su privilegiada ubicación, sobre una colina situada en el centro urbano, lo convierte en un lugar fantástico para hacerse una idea de la variedad y riqueza paisajística que oferta la ciudad. Además, su accesibilidad permite subir rápidamente hasta el punto más elevado y hacerlo acompañado de niños.
Podéis haceros fácilmente con un plano, díptico o desplegable donde figuren los puntos más destacados del castillo de Dénia. No obstante, y para haceros boca, os resumimos aquí los que consideramos como imprescindibles:
-Palau del Governador/Museo Arqueológico: Ubicado en la parte más elevada del castillo, en dos estancias conocidas como “Palau del Governador” (palacio del gobernador), atesora en su seno el pasado de la ciudad, que explica su formación y evolución, así como el porqué de sus formas actuales y de la idiosincrasia y forma de vida que distingue a su población. Incluye información de las épocas ibérica, romana, musulmana y cristiana.
-El Palau Vell y las Escaleras del Duc de Lerma: En una de las actuaciones más recientes que se han llevado a cabo en castillo se ha procedido a restaurar toda la zona del Palau Vell y, en especial, las escaleras que permiten ascender a la zona superior del mismo. Su restauración y puesta en valor no sólo permiten admirarla en todo su esplendor, sino también que el castillo recobre su grandeza renacentista y redescubre la existencia de estructuras y contextos de un antiguo palacio andalusí, que dataría del año 1.100 aproximadamente y que habría sido la vivienda de altos cargos de la época.
-La Torre del Consell: Además de fortaleza defensiva, el castillo también se convirtió en la cocina donde a partir de los siglos XV y XVI la clase política y los personajes influyentes marcaban la agenda y decidían sobre el futuro del municipio. Lo hacían en el denominado Consejo de la ciudad (Consell de la Vila), que se reunía en una torre levantada en el siglo XV y cuyo nomenclatura, Torre del Consell, recuerda su grandeza como centro de poder y de toma de decisiones. Desde el punto de vista arquitectónico destaca la bóveda de crucería de su sala interna, con una ventana geminada con arcos lobulados, que enlaza la arquitectura puramente defensiva con el primor del gótico civil valenciano más tardío.
-La Vila Vella: La conquista de Dénia por el Rey Jaume I en 1244 y, por ende, su incorporación a la corona de Aragón, ejercerá en años posteriores un gran impacto en el urbanismo de la ciudad, que buscará su espacio en el interior del recinto de la muralla.
Es así como en 1308 se funda La Vila, un espacio que nació como plaza militar pero que albergó manzanas con viviendas, calles e infraestructura urbana con un marcado carácter gótico. Siglos más tarde la Guerra de Sucesión pondrá fin esta vida urbana en el interior del castillo, devolviendo a la fortaleza un papel exclusivamente estratégico, defensivo y militar.