Si el otro día nos referíamos en el blog de La Guía del Turista a todas las posibilidades que ofrece la costa de La Marina para practicar deportes náuticos, hoy os proponemos disputar unos hoyos. Y es que jugar al golf se ha convertido igualmente en uno de los grandes atractivos para visitar esta comarca, gracias a la presencia fundamental de dos excelentes campos: La Sella Golf Resort y el Oliva Nova Golf.
Entre el mar y la montaña
El primero, en cuyo emplazamiento se sitúa el Hotel Denia Marriott, es uno de los grandes emblemas de La Marina. Situado en un entorno privilegiado dada su ubicación entre el mar y montaña, el campo fue inaugurado en 1991, tras ser diseñado por el maestro José María Olazábal. Sus 27 hoyos no sólo suponen un reto para todo tipo de jugadores, sino que han acogido multitud de competiciones, entre ellas algunas tan prestigiosas como el Lady European Golf, que ha reunido a las mejores golfistas del viejo continente.
Disfrutar de la naturaleza y hacerlo en un paisaje único son algunas de las características que distinguen al campo de La Sella Golf Resort, donde los jugadores completan un recorrido bajo la mirada atenta pero serena del Parque Natural del Montgó. Con un diseño equilibrado y apto para todos los niveles de juego, el campo (que permanece abierto todo el año) cuenta igualmente con un moderno y acogedor Club Social que ofrece numerosos servicios, que se podrán completar con todas las prestaciones del Hotel Marriott, de cinco estrellas, que posa junto al mismo campo de juego.
Junto a las dunas
No muy lejos de allí, pero tocando el mar, está el Oliva Nova Golf, otra opción no menos interesante y conocida. Al igual que ocurría con La Sella, el Oliva Nova Golf no sólo permite disfrutar de este deporte, sino hacerlo en unas instalaciones magníficas donde también se ofertan otras experiencias relacionadas con el ocio, la salud, la belleza y la gastronomía. En este caso, y además de poder alojarse en el propio hotel, quienes se decanten por esta opción disfrutarán de un lugar dominado por dunas naturales y extensas playas de arena.
En cuanto al campo en sí, fue diseñado por Severiano Ballesteros en 1995, distinguiéndose por calles anchas, greens suavemente ondulados y obstáculos de agua que determinan la estrategia de juego. Todo ello para dibujar un recorrido largo pero muy llano y agradable de caminar, disfrutando de la brisa invisible del mar que, además de refrescar, también puede condicionar el juego en cada hoyo. Diez lagos artificiales reflejan la belleza de las palmeras y del cielo.
El Oliva Nova Golf cuenta, además, con unas magníficas instalaciones aptas para la práctica de otros deportes como el fútbol, la hípica o el rugby, gracias a la existencia de distintos campos de césped natural y artificial.
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