Una de las rutas más fáciles y atractivas que podemos disfrutar en Dénia comprenderá el litoral sur de la ciudad, conocido como área de Les Rotes, cuya belleza paisajística no pasará desapercibida. Partiendo de la Oficina Municipal de Turismo (en la plaza Oculista Buigues) en dirección sur alcanzaremos en primer lugar los antiguos barrios de pescadores, situados en el margen derecho, y articulados en torno a dos plazas sitas al final de las calles Amaltea y Aldebarán. Los azulejos de algunas fachadas disiparán cualquier tipo de duda sobre el origen marinero de este enclave sumamente característico y con sabor a mar.
Poco más adelante requerirán nuestra atención las instalaciones del Real Club Náutico de Dénia, donde conviven la tranquilidad de los amarres para barcos de hasta 20 metros de eslora con la frenética actividad que protagonizan las escuelas de remo, vela y piragüismo. Siguiendo por la acera exterior de la izquierda, y siempre paralelos al mar toparemos con una rotonda presidida por el monumento del Montgó, obra del escultor Castejón, en homenaje a este monte que cobija la ciudad.
A la izquierda de la rotonda se halla la Escollera Sur, lugar donde se ubica el puerto deportivo La Marina de Dénia. Se trata de una de las zonas de moda de la ciudad, tanto por su privilegiada situación, con un paseo de madera desde el que se divisa bien firme el Montgó y la bahía que dibuja la Marineta Cassiana, como por la reciente construcción de amarres para embarcaciones y yates que alcanzan los 60 metros de eslora, despertando la admiración de los viandantes.
La presencia de varias escuelas deportivas y de numerosos comercios, restaurantes, pubs y terrazas llenan todo este espacio de un aire modernista e ibicenco que lejos de transgredir la idiosincrasia de la ciudad se contagia por su entorno monumental y paisajístico, pero dotándolo de un irresistible toque de glamour que atrapa al turista y enorgullece al residente. Tras visitar el puerto volvemos a la rotonda con el Monumento del Montgó para continuar el paseo que recorre la orilla de la playa de la Marineta Cassiana, única de arena de Les Rotes, y lugar frecuente de paseo, relax y tertulia de visitantes y dianenses.
Al final del mismo abandonaremos la Marineta Cassiana y divisaremos las primeras calas rocosas, de las muchas que diseñan el litoral más meridional de la ciudad. Ya en este punto el visitante se percatará de la gran belleza y por momentos espectacularidad de este paisaje agreste, donde los colores verde y azul del mar, así como la transparencia de las aguas y los recovecos que realiza la costa nos llevarán a la relajación. Todo un escenario de fondos marinos que exigen ser explorados y que comparten una misma denominación de origen: La Reserva Marina del Cabo de San Antonio, con especial protección medioambiental por su variedad y riqueza. Paseantes y ciclistas forman parte indiscutible del paisaje, al igual que los múltiples bancos y lugares recogidos que están pensados para la relajación mientras se disfruta con la estampa del mar, se sigue la trayectoria de las gaviotas surcando las aguas o se saborea un buen libro escuchando el ir y devenir de las olas.