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Orba: visitar el corazón de la Marina Alta

En el corazón de la Marina Alta, punto estratético entre les Valls del interior y el litoral, rodeado de montañas y cultivos (olivos, almendros, algarrobos) se sitúa Orba. De origen morisco, aunque a priori su nombre y ubicación no resulte tan atractiva para el visitante como otras poblaciones costeras de la zona, Orba os reserva muchos encantos y una calidad de vida muy alta, como lo prueban el hecho de ser el municipio de adopción de muchos europeos que han establecido su residencia en La Marina.

Atractivos de tipo patrimonial y en forma de rutas para practicar el senderismo por este bonito entorno típicamente mediterráneo. Al llegar a Orba, nuestra visita debe comenzar en la Iglesia de la Natividad. Edificada sobre el solar de la antigua mezquita, fue ligeramente reformada a mediados del siglo XIX, aunque el aspecto que actualmente presenta se debe más bien a las obras de restauración y ampliación llevadas a cabo en 1917. Destaca en su interior la pintura «La Profecía de Abraham», que obra del autor local Carlos Ruano Llopis preside el frontispicio del Altar. La obra, a diferencia de otras y de algunos objetos religiosos, se salvó del expolio que sufrió en 1936 tras el comienzo de la Guerra Civil.

La torre del campanario, de base cuadrada y que combina sillería caliza con tosca amarillenta, también merece un vistazo, como las dos fuentes (la de arriba y la de abajo) datan de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. De ellas hay que observar fundamentalmente los caños del agua, realizados por el picapedrero local Lorenzo Torrens Reig a imitación del estilo gótico. Hablando de picapedreros, también debéis echarle un vistazo la actual Cruz del término (la anterior, de madera, databa de1902), que tras ser destruida en 1936 fue reconstruida por Pedro Llopis Torrent con las mismas piedras que yacían amontonadas.

La Casa Señoría

Construida en el último tercio del S.XVI por los Conde de Oliva, con el tiempo pasó al servicio de los arrendadores de los derechos dominicales, que siendo habitualmente foráneos la hacían servir como estancia o morada familiar. La conformaban hasta el primer tercio del siglo XIX, varias dependencias, como graneros, establos, almazara, lagar e incluso la cárcel cuyos vestigios aún pueden apreciarse en la actualidad.

El castellet y el barranco de Fontilles

Saliendo fuera del casco urbano os recomendamos que os acerquéis al castellet, fortaleza cristiana del siglo XIII del que todavía se pueden localizar restos, y el Barranco de Fontilles, donde se pueden apreciar las ruinas de una torre semiderruida y del Caballo Verde, último bastión de la sublevación morisca de la Marina Alta. Hoy día el barranco de Fontilles acoge un área recreativa.

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Els Poblets: Una historia de romanos, moros y cristianos

Els Poblets, compuesto por las poblaciones de Setla, Mirarrosa y Miraflor, es uno de esos lugares que puede pasar desapercibido hasta que compruebas y disfrutas sus encantos. Situado muy cerca de El Verger y hacia el litoral norte de Dénia, de la que se encuentra a pocos kilómetros, este municipio acoge multitud de residentes extranjeros que aprovechan sus bondades, tranquilidad y privilegiada situación para disfrutar de la vida.

Aunque no destaca por su tamaño, Els Poblets cuenta con una idiosincrasia propia que lo hace singular. Entre sus diferentes atributos, la gastronomía, la devoción por la tradición, la historia, la cultura, el paisaje (con el Riu Girona de espectador y conductor hacia la playa de la Almadrava) y otros encantos que confluyen, especialmente, durante el verano. Tradición que se vive e hstoria que se rememora durante la primera semana de agosto con los festejos en honor a su patrón, el Divino Salvador. El programa de actos tiene como protagonista a los Moros y Cristianos. Residentes y visitantes conviven en las cabilas de las filaes, contagiando a todo el pueblo con su alegría durante las embajadas, los desfiles y las entradas de música que tienen lugar los días previos a la festividad del patrón.

Pero Els Poblets es mucho más. Siguiendo el cauce del Riu Girona podremos disfrutar de un recorrido histórico que nos llevará al pasado, en concreto al época de los romanos, para imaginarnos in situ como podría ser una fábrica de ánforas. Y es que en el término municipal de Els Poblets, pero casi en primera línea de playa, podremos visitar el yacimiento arqueológico de la Almadrava, como se conoce a la misma playa, característica por sus cantos rodados. En este lugar se fabricaban ánforas para la exportación del vino y el aceite desde la cercana Dianium (la Denia actual).

La producción y exportación de vino estuvo vigente durante casi 100 años (arrancando aproximadamente en el siglo I a.c.), aunque la de aceite se prolongó mucho más en el tiempo. Los hornos descubiertos en esta zona son los mejor conservados de la Comunitat. De hecho, sirvieron siglos atrás para desarrollar toda una industria de material cerámico de gran formato, donde las ánforas eran protagonistas, si bien también los cuatro hornos allí dispuestos sirvieron igualmente para crear ladrillos y tégulas.

El de La Almadrava (descubierto en los años 80) destaca especialmente por ser el único yacimiento de la Marina Alta musealizado que cuenta con un proyecto de visitas guiadas durante todo el verano. Allí os explicaran como era antaño esta parte de la costa, que contaba también con infraestructura para los ciudadanos romanos responsables de la fábrica, como un fondeadero para los barcos, necrópolis o termas romanas.

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Gata de Gorgos: la cuna de la artesanía en La Marina

Tal y como os decimos en el blog de La Guía del Turista, La Marina tiene muchos motivos por los que merece ser visitada y disfrutada. En verano o en invierno, haga frío (los menos días) o se disparen las temperaturas; nos guste más el turismo cultural y las tradiciones o nos decantemos por actividades al aire libre, el ocio y el paisaje.

En este nuevo post, nuestra propuesta tiene un carácter artesanal. Para ello os invitamos a hacer una parada en Gata de Gorgos. En plena Nacional 332, Gata (que debe su ‘apellido’ al río que pasa por este lugar camino del mar Mediterráneo) encontraréis un auténtico centro de artesanía con multitud de tiendas y talleres de artesanos que trabajan el mimbre, la paja y otros materiales como casi en ningún sitio.

Apostados junto a la misma carretera o serpenteando por las calles colindantes a la misma hallaréis puestos donde hacerse con un sombrero de paja, un coqueto bolso de mimbre, un capazo para cargar la compra, una guitarra con la que tocar una notas afinadas o un mueble de estilo colonial es relativamente sencillo por la gran oferta como al mismo tiempo complicado por la enorme variedad dónde elegir.

Cada día las calles de este municipio se visten de gala con sus productos típicos, que exhiben orgullosamente a los turistas que pasean por su núcleo urbano. Entre esta muestra de artesanía también destacan los denominados mosaicos hidráulicos, es decir, una especie de baldosas de cemento pigmentado decoradas con motivos geométricos que han retomado después de más de 20 años de inactividad; y los puestos con figuras decorativas confeccionadas con materiales reciclados, que también abundan. Y es que la decoración tiene su hogar en este municipio.

Y sí, anteriormente hablamos de guitarras. Porque en Gata de Gorgos encontraremos hasta dos fábricas de guitarras artesanales donde se elaboran piezas clásicas, flamencas, cubanas o personalizadas. En estos centros la ebanistería y la música se unen en una perfecta sinfonía, tomando como marco empresas familiares donde el arte y el gusto por la tradición perduran desde hace décadas. Fábricas pequeñas pero con fama internacional, hasta el punto de dotar de instrumentos a artistas de renombre como Joaquín Sabina o Diego El Cigala.

Una vez nos hayamos deleitado con el abanico de productos artesanos que ofrecen las tiendas del pueblo, podemos dar un paseo por el centro histórico y la Plaza de España, disfrutando con las fachadas de algunas casas señoriales que aguantan impertérritas el paso de los años dando cobijo a talleres de artesanía, albergando puestos de venta o acogiendo a sus afables residentes, orgullosos de su pueblo.

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