Cactus Algar

Descubriendo La Marina: ¿Conoces el Jardín botánico Cactus d’Algar?

Más de 200.000 cactus juntos, pertenecientes a 600 especies diferentes, formando un fantástico jardín de 50.000 m2 de estilo moderno y contemporáneo. Y sí, está en La Marina. ¿Lo conocías? ¿Lo has visitado? Nos referimos al  Jardín Botánico de Cactus d’Algar. Se ubica en la Serra de Bèrnia, que divide las comarcas de la Marina Alta y Baixa, a sólo unos 1.000 metros de las conocidas como Fuentes de l’Algar.

Pese a su espectacularidad, este paraje inaugurado en 2001 es desconocido para muchos turistas, visitantes e incluso habitanes de la zona. Se concebió como un proyecto pionero que buscaba combinar y crear arte a partir de diferentes recursos naturales conviviendo en perfecta armonía. El resultado, hoy día, es una fantástica zona verde dividida en diferentes áreas de exposición. En ellas se agrupan innumerables familias de cactus y crasas, siendo uno de los pocos jardines dedicados a estas especies.

El jardín nos propone recorrer una senda que cuenta, además, con ejemplares de diferentes tipos de Palmeras, importantes Olivos y que permance rodeado de Adelfas y algunas Cycas, entre otros. A lo largo de todo el recorrido, que lleva al visitante, a través de caminos temáticos, como el rincón de los Olivos, colecciones de Echinocactus grusonii.

En todo este perímetro el  agua es un factor esencial. Se encuentra presente en todo el recorrido, a partir de fuentes naturales, pequeños estanques y algunos saltos de agua a modo de cascada, copando el protagonismo la Font Salva, ubicada en la terraza inferior. La superior, por donde se ingresa al escenario, cuenta con un espléndido mirador, desde donde se puede apreciar todo este magnífico lugar y disfrutar de su hermoso entorno. Todo ello envuelto por un ambiente rústico en el que no faltan elementos del antiguo patrimonio rural de la zona tales como rulos, trilladoras, peladoras y otros muchos.

Además de su variedad y riqueza paisajística, es un lugar perfecto para visitar en familia, ya que la zona cuenta también  con una zona de aparcamientos y servicios comunes que incluyen bar, tienda y zonas de descanso y relax. Y todo ello habilitado para personas con alguna posible discapacidad.

Desde la Guía del Turista te proponemos a visitar este lugar, recorrer su senda y disfrutar de un entorno distinto pero muy atractivo. Con una flora casi desértica, pero a sólo un paso del mar.

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L'Atzúvia

De ruta por el interior de La Marina: L’atzúbia y Forna

Entre el verde de las serranías colindantes y los campos de cítricos se alza discreto pero coqueto la población de l’Atzúbia. Orgulloso de su pasado, estsa población fronteriza en las provincias de Valencia y Alicante, pero pertenenciente a la comarca de la Marina Alta, resalta por el color blanco de sus casas, con curiosas formas en los remates de los aleros de las tejas.

En el casco urbano destaca la imponente torre del campanario de la Iglesia de Sant Vicent Ferrer, así como el casco antiguo de origen musulman. Sus calles nos llevarán finalmente hasta la plaza del Ayuntamiento, donde una fuente morisca que hace brotar el agua procedente de las serranías colindantes nos permitirá refrescarnos.

La Cueva del Canelobre

Atzúbia ofrece, además, una joya natural: el Tossal del Llop. Allí se encuentra una zona recreativa de acampada con todos los servicios.  Y este paeraje se ubica también la Cueva de Canelobre, con bellas y brillantes estalactitas y estalagmitas que cuentan pacientes historias de agua y formaciones calizas con miles y miles de años de memoria.

Una fortaleza palaciega de origen musulmán

A poco más de 5 kilómetros se encuentra Forna, que anexionada a l’Atzúbia guarda el sabor de las tradicionales alquerías moriscas.  Si seguimos por la carretera que lleva a Cocentaina, a sólo tres kilómetros encontraremos el castillo, uno de los grandes monumentos de la provincia de Alicante y uno de los  principales atractivos de la zona. Su buen estado de conservación realza su atractivo para los visitantes y habitantes de los municipios limítrofes.

Aunque es de origen musulmán (fue morada del gran caudillo Al-Azraq), tras la reconquista cristiana pasó a manos de la orden de los Templarios, siendo disfrutado posteriormente por distintas familias feudales. De hecho es mas una fortaleza señorial y palaciega que defensiva. De planta cuadrada,  cuatro torreones ocupan sus esquinas. Dentro aún se pueden distinguir las antiguas dependencias de la plaza, el aljibe, la capilla, las cuadras donde antaño reposaban los caballos que tiraban de los carros de la nobleza, los aposentos de estas familias dintinguidas o la cárcel para malhechores, contrabanditas, bandoleros o, simplemente, herejes.

Una visita muy recomendable para cualquier época del año en la que naturaleza, historia y patrimonio van de la mano.

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Mistela Cims del Mediterrani

Productos de kilómetro cero en La Marina: La Mistela Cims del Mediterrani

Tras hablar de la recuperación del carnot, con este post inauguramos una nueva sección en la que deseamos compartir con todos vosotros las bondades de la gastronomía de la Marina. Para ello os invitamos a sentaros en nuestra mesa y disfrutar con algunos de los productos más representantivos de nuestras comarcas. Elaboraciones que llevan el sello y garantía de nuestros productores, lo que les imprime y dota de una calidad contrastada con aroma a tradición, sabor a mediterráneo y mucho cariño destilado durante todo el proceso.

Se trata de productos de kilómetro cero (de ahí el nombre de la sección) y ofrece, como su nombre indica, productos de proximidad, algunos de los cuales han recuperado recetas antiguas y otros, simplemente, se caracterizan por respetar al máximo el origen y la tradición, que no es poco en estos tiempos. Productos elaborados con materia prima singular y propia de la Marina y que podréis encontrar en Melicatessen, la despensa gastronómica que el grupo Melic os ofrece con productos típicos de la Marina en su oficina de la Avenida Miguel Hernández número 42 de Dénia (aunque también comprarlos por internet: www.melicatesen.com)

Esta serie de artículos arranca con estas líneas que dedicaremos, en primer lugar, a un producto que se ha convertido en un emblema de La Marina: La mistela Concretamente queremos serviros una copita ( o dos) de Cims del Mediterrani, que elabora la bodega de Antonio Llobell Cardona, situada en Teulada.  Hablamos de un vino dulce, prácticamente de un licor al que en esta zona se conoce comúnmente como  mistela, y que se ha elaborado a partir de la uva moscatel cultivada en misma zona de Teulada (DOP Alicante), al sur de la Marina Alta, donde los agricultores han conservado y/o recuperado esta variedad tan apreciada por sus características peculiares.

El singular clima de esta zona, pegada prácticamente al mar pero rodeada por montañas y próxima a la Vall de Xaló, le confiere a la mistela teuladina unas características casi únicas. Entre ellas destaca su cuerpo (mayor que en resto de bebidas similares), consistencia e intensidad, además de agradable sabor. Profesionales de reconocido prestigio internacional la han catalogado como una de las mejores mistelas en todo el mundo.

La calidad de este exquisito producto fue recompensada hace sólo unos años, cuando en el 2014 recibió la medalla de oro en el Concurso Internacional de Vinos de Lyon, en Francia. El certamen es uno de los más importantes y concurridos del continente europeo, ya que se presentaron hasta 3.685 vinos de 22 países diferentes, lo que demuestra la gran competencia existente y la bendición con la que contó la mistela teuladina por parte del jurado.

Un año antes,  la misma mistela obtuvo la medalla de plata en el XI Concurso Internacional de Vinos Bacchus 2013, considerado el más independiente y uno de los mayores del mundo.

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Calmas-de-enero(2)

Las calmas de enero en la Marina: relájate y… ¡disfrútalas!

Enero. Més por antonomasia del frío, la vuelta a la normalidad tras los excesos navideños, época para comenzar los nuevos propósitos del año…y para disfrutar también de sus famosas calmas (también conocidas como menguas). Las que nos ofrece la Marina y el Mediterráneo que baña sus costas. Su presencia obedece a una conjunción de elementos meteorológicos, con un mar completamente en calma que puede descender su nivel entre 20 y 40 cm, lo que posibilita ver calas y playas con una fisonomía diferente a la habitual, con rocas y algunas especies que el resto del año permanecen sumergidas.

Pasear estas próximas semanas junto a la playa, cualquier paseo marítimo, acantilado, cala…invita a la reflexión, al relax, a la tranquilidad. Es otra forma de disfrutar de nuestro mar, que a diferencia de otros mares u océanos, más bravos y peligrosos, nos invita a serenarnos mientras lo contemplamos o tocamos.

Y es que el primer del año, en nuestra zona, suele ser sinómino de días con escaso o poco viento, con muchas horas de un sol tenue que casi adormece y un mar en calma, que a lo sumo presenta una leve marejada. Con estas condiciones, disfrutarlo desde la orilla o salir a navegar es una invitación irrechazable, ya sea en la costa de la Marina Alta o de la Marina Baixa. Cualquier punto del litoral nos hará disfrutar prácticamente a todas las horas del día, siempre y cuando quede suficiente luz como para adivinar el horizonte.

Navegar es una buena opción, como también practicar otros deportes náuticos como el kayak de mar, el remo, el paddel surf o la natación. Eso sí, en el caso de esta última elección, con un buen traje de neopreno, ya que pese a estar en calma, la temperatura del mar es fría. Si preferimos disfrutarlo desde la orilla podemos decantarnos por un simple paseo al amanecer, a mediodía (el sol a esas horas, más que molestar, es casi una bendición) o al atardecer, mientras avistamos la llegada de las barcas de pesca que retornan a puerto.

O, si preferimos sudar un poco haciendo ejercicio, practicar el footing o el running junto al mar es uno de esos atractivos que suponen la envidia de turistas y visitantes, que así lo hacen cuando tienen ocasión durante sus vacaciones. Cualquier excusa es buena para hacer un poco de actividad al aire libre aprovechando el buen clima y excelentes paisajes, con un mix de mar y montaña a la par, que nos regala toda nuestra zona.

Y en enero…época de erizos

Las calmas de enero también son sinómico de erizos. Son la mejor época para verlos…y también para comerlos (su pesca, en muchas zonas del litoral, está prohibida o restringida). Este manjar anaranjado se puede comer solo con pan. También se le pueden añadir unas gotas de limón, aunque conviene ser cauto para no eleminar su intenso aroma. Es como comerse un poco de mar con cada bocado. Un placer para los sentidos.

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