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La Vuelta a España volverá en el 2016 a la Marina

Tras ascender este año las Cumbres del Sol (más en concreto, el alto del Puig-Llorença) en Benitachell en una etapa que resultó espectacular, la Marina volverá a ver a los corredores de la Vuelta Ciclista a España, una de las tres carreras más importantes del mundo por etapas.

Será el próximo año, cuando el pelotón llegue a Jávea desde donde partirá una contrarreloj decisiva que finalizará en Calpe, pasando también por las poblaciones de Benitatxell, Teulada-Moraira y Benissa, en un descenso progresivo que llevará a los ciclistas hasta la población del Peñón de Ifach, donde se dispondrá la línea de meta.

La carrera sobre dos ruedas mostrará a buena parte de Europa los paisajes y el patrimonio de la parte más septentrional de la Costa Blanca, tanto a través de las cámaras de las motocicletas de TVE que siguen a los ciclistas como a vista pájaro, ya que toda la carrera también cuenta con un helicóptero que ofrece unas panorámicas impresionantes durante toda el itinerario.

El hecho de que, a diferencia del año pasado,  la etapa se dispute en la modalidad de contrarreloj individual propiciará casi con toda seguridad que la audiencia sea mayor,  por lo que serán más espectadores los que podrán disfrutar con nuestra riqueza paisajística y todos los encantos que la Marina ofrece a turistas y visitantes.

La intención de la organización y las autoridades es adaptar el recorrido para abrirlo y acercarlo a la ciudadanía. Ello facilitaría el que todos los aficionados y seguidores de este deporte puedan disfrutar de esta auténtica fiesta del deporte, animando y alentando a los corredores en su lucha contra el crono.

La Diputación Provincial de Alicante, junto a los ayuntamientos implicados, es la gran responsable de que la Vuelta Ciclista a España haya escogido La Marina para celebrar una de sus 21 etapas. La institución dirigida por César Sánchez ha apostado nuevamente por la organización de este acontecimiento deportivo de primer orden como reclamo, demostrando una vez más que turismo y deporte van en muchas ocasiones cogidos de la mano. Desde La Guía del Turista nos alegramos de ello. Relojes en marcha.  La cuenta atrás ya ha comenzado…

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Fent Comarca: Grupo Melic, en la primera Feria de La Marina Alta

 

Como empresa que apuesta fírme y decididamente por establecer una marca vertebradora de nuestro territorio y que, al mismo tiempo, aúne tanto el potencial económico y empresarial como la oferta turística comarcal, grupo Melic estuvo presente el pasado fin de semana en la primera edición de la Feria de la Marina Alta. El Prado, ese antiguo mercado de abastos reconvertido ahora en magnífica sala polivalente para la celebración de eventos, fue la sede escogida por el Ayuntamiento de Ondara para agrupar bajo un mismo paraguas a diferentes asociaciones empresariales y buena parte del tejido asociativo de la comarca.

Nosotros no dudamos en estar presentes y de forma activa en esta cita, como lo hemos venido haciendo siempre que se ha organizado un acontecimiento similar. Allí dimos a conocer a vecinos, turistas y visitantes los productos de Grupo Melic, especialmente la Guía Xiquets (la revista para las familias de La Marina) y La Guía del Turista,  a través de la cual os invitamos cada día a recorrer las comarcas de la Marina Alta y Baixa para que descubráis sus múltiples atributos, desde monumentos y museos singulares, hasta pintorescos paisajes y costumbres variopintas, pasando por la riqueza de su gastronomía y disfrutando de una inmensa cantidad de rutas que permiten descubrir esta zona del levante español desde otro punto de vista.

Tanto el alcalde de Ondara, Zeus Serrano, como el concejal de Promoción Económica, José Ramiro, ejercieron de perfectos anfitriones dando la bienvenida a los diferentes ayuntamientos,  instituciones asociaciones, empresarios y distintos colectivos que hemos participado en esta primera edición de la Feria Comarcal.

La presentación, por parte de la Macma, del libro-guía Proyecto Marina Alta, junto al debate posterior sobre  La Marina Alta: Una oportunitat per a la vertebració comarcal, donde intervinieron, entre otros Sonja Dietz (Cedma) o Emilio Sentí (Jovempa) brindaron la oportunidad de debatir, contrastar pareceres y aportar argumentos sólidos que puedan servir de pilares para una futura marca Marina Alta, que agrupe citas tan diversas pero a la vez tan importantes como la Festa del Moscatell de Teulada, la recientemente estrenada Ruta Literaria Maria Ibars (del que nos hicimos eco en uno de los artículos semanales de nuestro blog), el Fòrum i Setmana Gastronòmica de l’Arròs a Banda i A banda de l’Arròs de Dénia, que tendrá lugar en breve; el proyecto del Biomoscatell de Benitatxell, la iniciativa Alcalalí en flor o la Ruta dels Riuraus, a la que se ha incorporado recientemente Dénia y en la que Grupo Melic ha colaborado activamente para su confección.

Quién sabe si este punto de encuentro servirá para dar un paso hacia delante y transformar las palabras en acciones concretas que den forma a la marca Marina Alta, o si por el contrario  todo quedará, una vez más, en agua de borrajas. Desde Grupo Melic queremos pensar en positivo y ser optimistas, porque así somos y porque así lo requiere la oferta turística de la Marina Alta, que necesita sí o sí de una colaboración más que activa entre las administraciones, instituciones, asociaciones y empresas.  Todos estamos en el mismo barco. Y hay que remar en la misma dirección.

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La Marina, refugio y tierra de Corsarios

El litoral de la Marina, destino en el presente de muchos turistas ávidos de sol y playa, fue antaño importante bastión para los corsarios. Su privilegiada ubicación geográfica, en la parte más meridional del golfo de Valencia y a sólo un paso de las Baleares, le convertían en un refugio perfecto para que estos temidos marineros fondearan para surtirse de provisiones, dar rienda suelta a sus ansias de jolgorio o reparar sus maltrechas naves, testigos de múltiples batallas y aventuras en alta mar.

Puertos y calas como las de Dénia, Jávea, Moraira, Calpe o Altea se convirtieron en un lugar habitual donde los corsarios establecían de manera provisional (en la mayoría de ocasiones) o con carácter más estable (en las menos) los marines corsarios. Tanto es así que hoy en día las fiestas de Moros y Cristianos de algunas poblaciones de La Marina tienen filaes que responden al nombre de Marinos Corsarios

La tradición se remonta muchos años atrás. Ya en la época islámica, el rey Mujahid de Dénia construyó gran escuadra formada por marinos y piratas. Tras la reconquista cristiana la ciudad continuó siendo un enclave estratégico para los corsarios, hasta el punto de que entre 1406-1476 el gobernador concedió licencias para armar las naves bajo patente de corso. En Dénia había catorce, siendo el mayor porcentaje de todo el reino. Los tipos de embarcaciones variaban dependiendo de las posibilidades que ofrecieran para alejarse más o menos de la costa. Generalmente eran naves muy rápidas y aptas para llevar a cabo una buena navegación. Predominaban los leños o bergantines, fustas o galeotas de unos 15 ó 20 metros de eslora, algunas sin cubierta. Podían llevar alguna pieza de artillería de bajo calibre. Muchos de estos navíos se dedicaban también a la presa de esclavos moros y negros, que posteriormente se vendían en los mercados de Alicante, Orihuela y Guardamar. Sin embargo, en 1448 el corso ilegal fue perseguido por las autoridades, acabando con este libertinaje y convirtiendo a los corsarios en objeto de persecución, hasta el punto de catalogarlos como piratas, delincuentes y, durante algunas etapas, como enemigos de la corona.

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Los baños de la reina: una piscifactoría en tiempos del Imperio Romano

Protegido por el Peñón de Ifach, los Baños de la Reina constituyen uno de los principales atractivos arqueológicos de la Marina Alta. Hablamos de los restos de una villa que formaban parte de una antigua piscifactoría en Calpe, donde hubo un asentamiento de primer orden en la época del Imperio Romano.

El yacimiento, descubierto en 1960 prácticamente de forma accidental, se encuentra delimitado por la propia Av. de Europa, bajo la cual existen algunos restos. Entre todos ellos destaca el tamaño de las pilas o balsas usadas en el proceso de la salazón así como la cueva, que sita en la parte inferior del paseo peatonal se comunica con un aljibe.

La importancia de los Baños de la Reina no sólo reside en su grado de conservación, sino en el hecho de que estemos hablando de una de las más importantes piscifactorías del Mediterráneo para la fabricación de salazón de pescado, y más en concreto, de garum (un producto de lujo muy cotizado durante aquella época).

Los romanos, que buscaron en Hispania asentamientos estratégicos desde un punto de vista no sólo militar sino también comercial, aprovecharon la fácil excavabilidad de la piedra tosca para crear esta especie de granja artificial, que permitía la explotación de estas factorías de garum, cuyas instalaciones necesitaban para su buen funcionamiento de abundancia de atunes, de agua dulce para lavar el pescado y unas salinas.

En las salazones romanas ninguna parte del pescado se desaprovechaba. La carne se salaba y, con las vísceras, se elaboraba el garum, la muria y el allec, que además de su valor nutritivo tenían propiedades medicinales. Por último, los cartílagos y espinas de los peces se trituraban para, después de secar, convertirlos en harina de pescado que se utilizaba como fertilizante y alimento para los animales domésticos.

Una salsa muy famosa

Tal y como hemos dicho, la piscifactoría de los Baños de la Reina era un centro de producción de garum. Hablamos de una de las más famosas salsas de la época. Su proceso de fabricación consistía en la inmersión de las vísceras e intestinos del pescado en una solución salina saturada y su posterior fermentación, favorecida por la acción de los rayos solares. Al parecer, y según atestiguan documentos escritos, el único inconveniente del garum era su olor, fuerte e incluso desagradable, aunque ello no era óbice para que los romanos lo consideraran un manjar para acompañar la carne, el queso, fruta, vino o el pescado.

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