Museo chocolate Vila

La Vila…y su fábrica de chocolate

Sus orígenes marineros, sus playas, sus singulares fachadas de colores frente al mar…hablamos de la Vila. Pero, si por algo es conocida la capital administrativa de la Marina Baixa es también, y en gran medida, por su tradición chocolatera. Allí reside una de las marcas de referencia en el sector, Chocolates Valor. Su trayectoria, productos y buen hacer se pueden obsevar con detenimiento en el Museo del Chocolate Valor, cuya visita os recomendamos desde el blog de La Guía del Turista.

Creado en 1998 y reconocido por la Generalitat Valenciana en 2008 como Museo Valenciano del Chocolate, sus instalaciones dan a conocer el proceso de elaboración de este rico alimento, su conservación e investigación. Posee además una de las mejores colecciones de maquinaria de esta industria chocolatera.

Se ubica en el que, antaño, fue sede de la pequeña fábrica familiar. De hecho, el museo permite al visitante recorrer los 500 años de historia de este alimento, desde los tiempos en que el cacao se molía en piedra hasta la actualidad. El recorrido por dentro de la fábrica se realiza por una pasarela alta y acristalada que bordea las instalaciones y a la que se accede mediante una escalera. A continuación van sucediéndose toda una serie de paneles explicativos que ilustran al visitante sobre los orígenes, las variedades de cacao existentes, su introducción en España y los utensilios empleados a través de los siglos para su consumo.

Las imágenes del chocolate fundido se entremezclan con el olor a cacao y el sabor a tradición, en una sucesión de  tabletas, onzas, bombones, cacao en polvo y otros tantos productos que harán al visitante la boa agua. Entre las dependencias visitables se incluye igualmente un pequeño jardín en el que se podrá observar la existencia de auténticas plantas de cacao –en una especie de invernadero- así como algunas piezas de maquinaria que se empelaban años atrás en la elaboración de los productos chocolateros, caso de tipos de moldes antiguos para elaborar tabletas, huevos de pascua, bombones… Y junto a ellos una gran cantidad de anuncios, etiquetados, fotografías antiguas, etc .

La zona de envasado también se puede visitar, así como una pequeña exposición de la evolución del logo de la marca, de etiquetas y algunas esculturas completaban la visita. La visita concluirá en la tienda, donde se suele ofrecer una pequeña degustación de diferentes tipos de chocolates.

En suma, un auténtico placer para los sentidos.

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