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Un respiro por el interior de la Marina Baixa

La Marina Baixa es muy conocida por sus municipios costeros. La bella Altea, cuyo centro histórico respira la esencia del Mediterráneo con sus callejuelas estrechas y empedradas, donde se reflejan las fachadas blancas típicas que se tuestan bajo el sol; la Vila más pescadora y pistoresca, con sus casas de colores en primera línea de playa y la tradición del mar todavía presente en su día a día; y, como no, la cosmopolita y atractiva Benidorm, centro de ocio y referente internacional de la Costa Blanca por sus múltiples servicios y posibilidades, lo certifican.

Pero la Marina, esta Marina situada a sólo un paso de Alicante, también cuenta como gran atractivo con un interior montañoso y espectacular, donde la naturaleza y el patrimonio conviven vigilantes a sólo un paso del mar. Para conocer esta otra Marina nada mejor que adentrarse en el Valle de Guadalest,  marco de un circo montañoso de 18 kilómetros de largo y cuatro de ancho clausurado por las sierras de Ponoig, Aitana, La Serrella y l’Aixortá.

El Castell de Guadalest

Desde allí, y subiendo a través de La Nucía, podemos visitar el pintoresco pueblo de El Castell de Guadalest, un clásico por acoger el famoso castillo y divisar unas panorámicas excepcionales. Hoy día, pese a ser un lugar de referencia en las guías turísticas de la Costa Blanca, el Castell de Guadalest sigue recibiendo al visitante con esa mezcla de solemnidad histórica y desenfado comercial. Museos de curiosidades y miniaturas y tiendas de souvenirs ponen la salsa, pero el recinto fortificado, el castillo de San José, la Casa Orduña y las vistas espectaculares del pantano y del Mediterráneo le dan consistencia a la visita.

Muy cerca de Guadalest, el vecino pueblo de Benimantell nos espera cuchara en mano para degustar la famosa olleta en cualquier de sus restaurantes, mientras Beniardà, Benifato o Confrides nos ofrecen la versión más auténtica de un pueblo de montaña, con sus casas encaladas, sus calles estrechas y sus fuentes por doquier.

Un vergel con nísperos y cascadas

Otra opción, antes o después de comer, es sumergirnos en el vergel de nísperos entre el cual se abre el municipio de Callosa d’En Sarrià,  parada obligada donde también podremos refrescarnos en las fuentes El Algar, un paraje excepcional con varias cascadas que harán las delicias de familias y aventureros.

Y para los amantes del deporte, el Barranc del Arc y sus alrededores, al que accederemos desde la localidad de Sella. Senderismo,  recorridos en BTT, barranquismo…un paraíso para los amantes de este tipo de actividades al aire libre, a sólo un paso del mar y con un clima privilegiado.

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