Si hablamos de Año Santo o Jubilar nos viene a la mente, casi con toda seguridad, las mediáticas celebraciones en honor a Santiago Apóstol. Sin embargo este tipo de efemérides no están restringidas sólo a una figura eclesiástica. Realmente sirven para celebrar el aniversario del nacimiento de Jesús (lo que se celebra cada 25 años), aunque la Iglesia también declara otros Años Jubilares con carácter extraordinario. Entre ellos, el de un santo ligado a nuestra tierra por su tradición y devoción: Sant Vicent Ferrer.
Todo lo que se conoce como Año Santo o Jubilar se relaciona con un momento de gracia, un tiempo en el que la Iglesia concede especiales gracias espirituales (indulgencias) con motivo de este acontecimiento eclesial de gran relevancia. En este sentido, estamos de enhorabuena, ya que en 2018 / 2019 la institución eclesiástica ha declarado este año como el Año Santo de San Vicente Ferrer.
Ello responde a la conmemoración de la muerte del santo, de la que este próximo 5 de abril se cumplirá el sexto centenario. Por este motivo se ha proclamado el año 2018/2019 como el Año Santo Vicentino al objeto de dar a conocer la figura histórica de San Vicente y, sobre todo, proponer a los cristianos el modelo de vida de un hombre que siempre estuvo al servicio de Dios y de la Iglesia. El beneficio espiritual del Año Santo es el perdón de los pecados. Para lograrlo, el cristiano debe alcanzar la indulgencia plenaria, viviendo activamente el Jubileo y cumpliendo las disposiciones establecidas por la Santa Sede.
Pues bien, más allá de vuestras creencias, y aprovechando esta fecha tan señalada, desde el blog de la Guía del Turista os proponemos que aprovechéis esta efeméride para hacer una peregrinación a alguna de las iglesias de Sant Vicent Ferrer –o relacionadas con esta figura- que hay repartidas en La Marina. Esta peregrinación, que podéis hacer caminando o de cualquier otra forma, os puede servir de perfecta excusa para visitar los templos jubilares en honor al santo y, de paso, aprovechar para conocer los municipios en los que se asientan.
Las condiciones para obtener la supuesta ‘indulgencia’ eclesiástica exigen, además de la peregrinación a los templos, el cumplimiento de otros mandamientos como la confesión y arrepentimiento de los pecados o recibir la sagrada comunión. No obstante, desde la Guía del Turista os invitamos simplemente a adentraros en las respectivas iglesias y dejaros llevar por su estética, simbología y espiritualidad.
¿Dónde peregrinar para encontrarse con Sant Vicent Ferrer si estás en La Marina?
Uno de los templos jubilares lo encontraréis en l’Adsubia. En la calle Principal de esta pequeña localidad próxima a Pego (norte de la Marina Alta) hallaréis la Iglesia Parroquial de San Vicente Ferrer. Un poco más hacia el sur, en la Plaça d’Espanya de Teulada, está la Iglesia parroquial de Santa Catalina, virgen y mártir, que también nos puede servir como perfecto escenario de peregrinació. Al terminar, podemos disfrutar del municipio y probar en alguna de sus bodegas colindantes la afamada Mistela hecha con Moscatel de Alejandría.
Ya cruzando el Pont del Mascarat, sobre la Serra de Bérnia, nos adentraremos en la Marina Baixa, cuya capital turística, Benidorm, aloja la Parroquia de San Jaime, en la Plaza de Castelar. Las prestaciones de Benidorm, a la que ya hemos dedicado varios posts en este blog, invitan a disfrutar y saborear la ciudad tras la correspondiente peregrinación.
Aprovechad el Año Jubilar de Sant Vicent Ferrer para seguir conociendo la Marina, aunque sea desde una perspectiva más introspectiva.